Época figurativa, 1952-1968
Primeras obras, 1952-1962
Sus inicios en la escultura se enmarcan en la tradición representativa. Sus primeras obras son tallas directas en granito y modelados en barro que después vacía en cemento. Materiales que el escultro conoce y dispone de ellos.
Ya en esa mímesis del natural se percibe un expresionismo incipiente.
Fósiles, 1963-64
Los Fósiles representan un primer intento por superar lo meramente representativo. Un ejercicio de síntesis de la forma a partir del modelo natural. Igualmente supone una búsqueda de nuevos materiales, y desarrollando para esta serie una mezcla de resina sintética y polvo de mármol.
Pero Mateos quiere una mayor fuerza y expresividad en sus obras, así que abandonará esta línea y retornará al que será su material, el hormigón.
Es el ansia artística por desarrollar una obra totalmente propia.
Acantilados, 1965-68
El referente natural sigue siendo punto de partida. En esta serie, Mateos vuelve a utilizar el cemento con una técnica similar a la cera perdida para realizar esta serie acusadamente expresionista en la que a medida que avanza se va abstractizando.
A medida que avanza en su investigación plástica, se va definiendo una predilección por lo rotundo y concreto, y cuyo máximo exponente es su último busto de 1967, que realiza en bronce. Un autorretrato con un marcado carácter expresionista, donde Mateos consigue imprimir un duro carácter geométrico y lineal que avanza su obra de madurez.
El estilo artístico es pura intuición. Si tienes que aprender de lo que te enseñan, tú serás una persona enseñada. Ser artista es una condición humana, nacemos artistas.
